Crisis Convulsivas

El cerebro es el centro que controla y regula todas las respuestas voluntarias e involuntarias del cuerpo. Se trata de células nerviosas que normalmente se comunican entre sí mediante la actividad eléctrica.

Una convulsión se produce cuando una parte o partes del cerebro reciben un estallido de señales eléctricas anormales que interrumpen temporalmente la función eléctrica normal del cerebro. La forma en que se manifiestan estas crisis convulsivas dependerá de la parte y de la cantidad de cerebro afectado y de lo que sucede durante la convulsión.

La forma habitual en la que se observa una crisis convulsiva es mediante la contracción violenta y/o sacudidas incontrolables de los músculos del cuerpo como brazos, piernas y cabeza, se puede  acompañar de pérdida de la conciencia, salivación, mordedura de la lengua y pérdida de orina.

Aunque se desconoce la causa exacta de las convulsiones, las más comunes se producen debido a los siguientes factores:

Trastornos perinatales (inmediatamente antes o después del nacimiento), problemas congénitos (presentes al nacer), prematurez (bebé nacido antes de tiempo), fiebre, infección, desequilibrios químicos o metabólicos del cuerpo, traumatismo en la cabeza o lesión cerebral, infecciones, trastornos congénitos, factores genéticos, tumores cerebrales.

  • Mirada fija
  • Sacudidas de los brazos y las piernas
  • Rigidez corporal
  • Pérdida del conocimiento
  • Problemas para respirar o episodios en los que deja de respirar
  • Pérdida del control de la vejiga o el intestino
  • Caídas repentinas sin motivo aparente, especialmente cuando están asociadas con la pérdida del conocimiento
  • Breves períodos de falta de respuesta al ruido o a las palabras
  • Confusión o aturdimiento
  • Movimiento rítmico de la cabeza como asintiendo, cuando está asociado con la pérdida de percepción o del conocimiento.
  • Períodos de mirada fija y parpadeos rápidos

Mas de la mitad de las personas tendrán buena respuesta al tratamiento, esto dependerá de la edad de su hijo, su estado general de salud, historia clínica, gravedad del trastorno, tipo de convulsión, la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias específicas.

Por ello es mejor tener documentado con un video la convulsión que presenta tu hijo. Recuerda esta información permitirá que el especialista identifique correctamente el tipo de convulsión, por lo que no recomiendo que divulgues o compartas esta información con personas ajenas al área medica.

Crisis convulsivas no es igual a enfermedad mental y no es un signo de poca inteligencia,  aunque si la persona padece de epilepsia con una afectación severa esta puede ir acompañado de otras alteraciones neurológicas.