La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares.

La discapacidad intelectual se expresa en la relación con el entorno, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene alrededor. Si logramos un entorno más fácil y accesible, las personas con discapacidad intelectual tendrán menos dificultades, y por ello, su discapacidad parecerá menor.

Hay factores que pueden darse antes, durante o después del nacimiento de un niño, como trastornos genéticos, estos son transmitidos al niño a través de los genes en el momento de la concepción, otros suceden durante el proceso de reacomodación de los cromosomas, los más frecuentes son el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi y el síndrome de Angelman.

Hay causas que se producen por exposición como son el sarampión y la rubeola durante el embarazo, el consumo de toxinas o de ciertos medicamentos, o presentar asfixia al nacimiento.

Hay muchas causas, lo importante es poder identificar qué lo genero y establecer metas para maximizar su desarrollo.

• Falta o retraso del desarrollo de habilidades motoras, destrezas del lenguaje y habilidades de autoayuda, especialmente cuando se compara con sus pares.
• Dificultad para crecer intelectualmente o comportamiento infantil que no es acorde a su edad.
• Falta de curiosidad.
• Problemas para mantenerse al día en la escuela.
• Incapacidad para adaptarse (ajustarse a nuevas situaciones).
• Dificultad para entender y acatar reglas sociales.

Esto va a depender del grado de discapacidad que tenga la persona, Por ello deberá tener un programa enfocado en sus fortalezas y debilidades para maximizar su desarrollo y pueda aprender, comprender y comunicarse de la mejor manera.

Algunas personas con discapacidad pueden tener dificultades para comunicarse, moverse, aprender cuidarse, vivir de forma independiente, es decir, por sí solos. Mostrando dificultades por ejemplo contar dinero, orientarse en una ciudad o hacer y mantener amistades.