Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes de la niñez. Los niños con TDAH pueden tener problemas para prestar atención, controlar conductas impulsivas (pueden actuar sin pensar cuál será el resultado) o ser excesivamente activos.

Investigaciones actuales muestran que la genética tiene un papel importante, aunque también hay otras causas y factores de riesgo posibles que pueden influir en la presentación de TDAH como lesión cerebral, exposición ambiental al plomo, consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo, parto prematuro y bajo peso al nacer.

  • Olvidar actividades diarias.
  • Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
  • Retorcerse o moverse nerviosamente.
  • Hablar en exceso.
  • Con frecuencia se levanta de su asiento.
  • Parece que nunca se acaba la pila.
  • Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios.
  • Tener problemas para resistir la tentación.
  • Tener problemas para respetar turnos.
  • Tener dificultades para llevarse bien con otros.

En la mayoría de los casos, el TDAH se trata mejor utilizando una combinación de terapia conductual y medicamentos. Para los niños de edad prescolar se recomienda la terapia conductual como la primera línea de tratamiento.

Recuerda el cerebro de un niño seguirá creciendo y eso le permitirá adquirir y mejorar sus habilidades. Por eso ningún tratamiento es la única respuesta para todos los niños, y los buenos planes de tratamiento incluirán un monitoreo estricto, seguimiento y cualquier cambio necesario en el camino.

Normalmente se asocian problemas de aprendizaje, así como problemas de conducta manifestándose como un patrón de comportamiento agresivo hacia otros y cometiendo infracciones serias de las reglas y normas sociales en el hogar, la escuela y con otros niños.

El TDAH puede hacer que relacionarse con los compañeros o los amigos sea muy difícil. Tener amigos es importante para el bienestar de los niños y puede ser muy importante para su desarrollo a largo plazo. Por eso es importante un análisis clínico meticuloso para brindar las herramientas necesarias y así mejorar su crecimiento como niño.